Mientras las semanas pasaron, Bárbara y Paula seguían investigando, a espaldas de Marina y Tania, a cerca de ese tal ‘Aznagnev’ y ese mensaje misterioso que contenía el libro de Valeria Altamirano, ellas creían que cada vez estaban más cerca de conocer la verdad y así mismo, más cerca de averiguar quién estaba detrás de todo.
Por otra parte, Marina y Arón intentaban buscar la mínima debilidad de Julio para poder chantajearlo a cambio de que dejara libre a Tania y se divorciara de ella, pero ninguno de los planes de estos dos resultaban airosos, Marina y Arón sentían que el tiempo se acababa y Tania aun seguía dentro de esa casa sin haber conseguido la libreta de Julio.
En casa de Tania y Julio algo increíble ocurría, Julio cada vez estaba más cariñoso con Tania, ella estaba acelerando la búsqueda de la libreta por miedo a que todo el cariño que Julio le estaba mostrando fuese una estrategia para poder hacerle daño más tarde.
Esa misma noche, Tania se quedó dormida en el sofá del salón y a la mañana siguiente, Julio acudió al salón para coger algo de la caja fuerte, que estaba en el mismo salón.
Julio, creyéndose que Tania estaba dormida, mientras introducía la contraseña de la caja fuerte la iba diciendo en voz media, pero Tania no estaba dormida y pudo llegar a enterarse de la contraseña.
Más tarde, Julio acudió a los Laboratorios para cerrar unos negocios y Tania estaba dispuesta a abrir la caja fuerte ese mismo día y robarle la libreta a Julio.
Mientras tanto, en el apartamento de las chicas, Paula estaba emocionada debido a que ya sentía las patadas en la barriga de su hija, ella estaba de 6 meses y tan solo la idea de pensar que en tres meses tendría a su hija entre los brazos la hacía temblar de alegría.
De repente, llegó Bárbara con algo que contarle a Paula…
-Bárbara: Paula, ¡Tengo algo que contarte!
-Paula: ¿A cerca del libro de Valeria?
-Bárbara: Sí, Haber, me he atrevido a ir al registro civil de la comunidad de Madrid y me han informado que no hay ninguna persona registrada con el nombre de Aznagnev.
-Paula: ¿Y para que vas al registro de Madrid? ¡Ese nombre es extranjero seguro!
-Bárbara: Ya, pero aunque sea extranjero, esa persona escribió ese mensaje en castellano y se supone que está en España y no hay ninguna persona bajo ese nombre, yo misma registré el ordenador y busqué localidad por localidad de España, ¡Y nada!
-Paula: ¿Cómo hiciste todo eso tú sola?
-Bárbara: Haber Paulita, soy famosa, hay muchas personas que a cambio de una foto y un autógrafo hacen cualquier cosa…
-Paula: Bárbara, creo que no debemos seguir investigando, todo esto puede ser peligroso…
-Bárbara: No podemos parar, esa persona mandaba sobre Valeria Altamirano para que matara a ciertas personas, ¿Y si Valeria no es tan mala como la pensamos?
-Paula: ¡Esa mujer era un dolor! ¡Yo no quiero seguir investigando!
-Bárbara: Paula ¡Si desencadenamos todo ese mensaje y descubrimos quien es responsable de que Valeria esté obligada a matar a personas podremos hacer justicia, que falta hace!
-Paula (Después de pensarlo mucho): ¡Esta bien! Pero lo hago para saber que hay detrás de todo esto de una puta vez y quedarme con la conciencia tranquila…
-Bárbara (Pensando): Esta bien, pero nosotras solas no podemos, ahora si tenemos que contarle todo esto a Marina, ella podrá ayudarnos a descubrir todo este misterio.
-Paula: Vale, pero ¿Dónde estará ahora?
Por otra Parte, Marina, como cada tarde estaba en el Ginger para prepararlo para su apertura por la noche.
Entre charla y charla con sus chicas, Marina recibió un mensaje en el móvil, era de Tania, ese mensaje contenía la mejor de las noticias que le podían dar a Marina:
‘’Marina, he conseguido la libreta mientras Julio no estaba, estoy haciendo mi maleta, en una hora quedamos en el ginger, besos’’
Marina estaba emocionada, por fin tenían las pruebas suficientes para arruinar a Julio, solo tenía que esperar a que Tania llegará al ginger para poder acudir juntas a la comisaria para enseñarle la libreta a Diego.
Mientras, Tania en su casa, aprovechaba que Julio no estaba y que ya tenía en sus manos la libreta para terminar de hacer sus maletas e irse para siempre de esa casa.
Cuando Tania terminó de hacer sus maletas y estaba a punto de marcharse con la libreta en las manos, entró Julio en casa, este la sorprendió con las manos sosteniendo las maletas y la libreta bajo su brazo…
-Julio: ¿A dónde coño vas?
-Tania: Me voy para siempre, no aguanto más aquí.
-Julio: De aquí no te vas, no me vas a dejar solo, ¡soy tu marido!
-Tania: Si me voy, hace tiempo que lo nuestro dejó de ser un matrimonio.
-Julio: ¿Qué haces con esa libreta? ¿Cómo te atreves a tocar mis cosas, zorra? (Pregunta mientras le propina una fuerte bofetada y la cae al suelo).
-Tania (Revelándose): ¡No me vas a impedir salir! ¡Saldré de igual manera!
-Julio: Todo este tiempo has estado fingiendo que estabas bien junto a mí para poder arruinarme ¿No?
-Tania: ¡¡Siiii!! ¡No aguantaba más tus maltratos! ¡Voy a salir de aquí y te voy a arruinar cabrón! Un asesino como tú no merece libertad…
-Julio (Enloquecido, saca de su chaqueta una pistola): Nunca vas a salir de aquí, esa libreta ha firmado tu sentencia de muerte hija de puta, no vas a vivir para contarlo.
Julio estaba dispuesto a matar a Tania, enloquecido y enfurecido no dudaba en ningún momento en dispararle, Julio tenía delante a su próxima víctima, Tania, tan solo tenía que apretar el gatillo para acabar con la vida de esta última.
Julio comenzó en ese mismo momento a darle patadas por todas partes del cuerpo a Tania, mientras le daba las patadas, Julio tenía la pistola en las manos para matarla en aquel instante, de repente, los planes cambiaron, Tania, que se estaba haciendo la inconsciente, volteó, consiguió arrebatarle la pistola de las manos a Julio y comenzó a disparar sobre él una y otra vez hasta acabar el cargador.
Así es, la pesadilla de Tania había finalizado, acababa de matar a Julio, el hombre que le había hecho pasar los meses más angustiosos de su vida y sin duda, los más dolorosos.
Tania estaba temblando, comenzó a chillar enloquecida, tirándose de los pelos lamentaba haberse convertido en una asesina, entre nervios y temblores, Tania cogió su teléfono móvil y llamó a Marina.
-Marina: Tania, ¿Cuándo vas a venir? ¡Te estamos esperando Arón y yo!
-Tania (Llorando y con voz temblorosa): Marina, lo he matado, he matado a Julio.
-Marina: ¿Cómoooo? ¿Tania dónde estás?
-Tania: En mi casa, venid, ayudadme por favor, ayudadme (Decía mientras colgaba el teléfono y se arrodillaba delante del cadáver de Julio).
Minutos más tarde Marina y Arón llegaron a casa de Tania, esta, casi moribunda, abrió la puerta, Arón, viéndola en ese estado, la abrazó y comenzó a besarla una y otra vez mientras que Marina le acariciaba la cabeza a Tania para intentar tranquilizarla.
Cuando entraron hacia el salón, vieron a Julio muerto, Marina se encargó de limpiar todos los restos de sangre mientras que Arón metía el cadáver de Julio en el maletero de su coche.
Más tarde, Marina consiguió tranquilizar a Tania, cuando lograron mantener la calma, decidieron hablar con diego, si enseñaban la libreta y la policía veía que Julio era sicópata comprenderían que Tania lo mató en defensa propia, así que, decidieron mirar hacia adelante y decir la verdad, Arón llamó Diego y lo citó en unas naves cerca del chalet de Julio y Tania.
En cuestión de minutos, Diego apareció, este no daba crédito a todo lo ocurrido, observaba la mirada perdida de Tania, las pruebas que inculpaban a Julio de ser un farsante y manejar negocios totalmente ilegales, mientras más miraba a Tania más se convencía de que ella había sufrido mucho con Julio y su asesinato fue en defensa propia.
-Diego: Este cadáver irá a la incineradora, estas pruebas a comisaría, los familiares de todas las victimas que este hijo de puta mató para conservar sus negocios, quedaran tranquilos y tú, Tania, pasaras a ser la mujer que se enfrentó a Julio Mercader con tal de arruinarlo.
-Tania (Con la mirada perdida): Gracias Diego, muchas gracias.
-Diego: Gracias a ti por haber sido tan fuerte y aguantar todas las humillaciones de ese cabrón.
-Arón: Por fin, cariño, ahora si vamos a poder ser felices, no te sientas mal, no eres una asesina, si no una heroína.
-Diego: Así es, estate tranquila, mi comisario opina igual que yo acerca de todo este caso, Julio Mercader era un hueso duro de roer, merece estar donde está, si no queréis nada más, me voy.
-Tania: ¡Sí! Diego, tengo algo muy importante que darte, estos papeles son la prueba definitiva de que Julio Mercader y Rafael Mercader son los responsables de que en Los laboratorios Mercader se estuviera fabricando un virus para contagiar a toda España y poder ganar muchísimo dinero a cambio del antídoto curativo.
-Diego (Sorprendido y boquiabierto): ¿Cómo? ¿Un virus? ¿Esos cabrones intentaron hacer esa barbaridad a cambio de dinero?
-Tania: No solo lo han intentado, lo han conseguido, antes de ayer se llevó a cabo el reparto del virus por todos los hospitales de España, si no os dais prisa tú y tu cuerpo de policía, la gente comenzará a morir en breve
-Todos los demás: ¿Quéeeeee?
-Diego: ¿Tania por qué no lo dijiste antes? ¡Es muy peligroso!
-Tania (Llorando): ¡Porque lo acababa de leer en la libreta justo antes de disparar a Julio!
-Diego: Esta bien, que no cunda el pánico, Voy a informar de todo esto a mis superiores, vamos a impedir el contagio.
-Tania: Yo sé cómo encontrar los antídotos, cuando me secuestró Julio en los almacenes de los laboratorios, habían muchas cajas con el mismo símbolo, el símbolo de frágil, ¡puede que dentro de esas cajas estén los antídotos Diego!
-Bárbara: Tienes que cerrar los laboratorios enseguida Diego.
-Diego: Tranquilos, en cuanto la policía se entere de todo esto, la situación cambiará y nadie correrá peligro, podéis estar seguros, esos hijos de puta no se saldrán con la suya…
CONTINUARÁ…
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